RESIDUOS DE APARATOS ELÉCTRICOS Y ELECTRÓNICOS
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, o RAEE, son la fracción de residuos que más crece a nivel mundial, tanto en países desarrollados como en países en desarrollo. Este crecimiento está directamente relacionado con el mayor consumo y la velocidad de recambio de los aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) por parte de empresas, comercios, instituciones públicas, gobiernos y personas.
Una adecuada gestión de los RAEE y la adopción de enfoques que integren todo el ciclo de vida de los productos permitirán, además, desarrollar un conjunto de sectores ligados a la reparación, la reutilización y el reciclaje, con un gran potencial para la creación de puestos de trabajo decente.
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son aquellos elementos que utilizamos diariamente, televisores, secadores de pelo, tablets, lavadoras, teléfonos, electrodomésticos; que cuando dejan de funcionar se vuelven inservibles y pasan a ser considerados como RAEE.
Los RAEE o basura electrónica pueden contener sustancias peligrosas, como el cadmio, mercurio, plomo, arsénico, fosforo, aceites peligrosos y gases que perjudican la capa de ozono o que afectan al calentamiento global como los clorofluorocarbonos (CFC), hidroclorofluorocarbonos (HCFC), hidrofluorocarbonos (HFC), hidrocarburos (HC) o amoniaco (NH3), que si bien son necesarias para garantizar su funcionalidad, pueden emitirse al medio ambiente o ser perjudiciales para la salud humana si, una vez que se convierten en residuos, los aparatos no se gestionen y se tratan adecuadamente.
clasificación de los raees
- Equipos de intercambio de temperatura: equipos de refrigeración, como heladeras, congeladores, aires acondicionados, etc.
- Pantallas y monitores: televisores, monitores, computadoras portátiles y tablets.
- Lámparas: lámparas fluorescentes, LED, etc.
- Grandes equipos: lavarropas, secarropas, lavaplatos, estufas eléctricas, fotocopiadoras, paneles fotovoltaicos.
- Pequeños equipos: aspiradoras, microondas, ventiladores, tostadoras, pavas eléctricas, equipos de radio, afeitadoras, videocámaras, juguetes electrónicos y eléctricos, pequeñas herramientas eléctricas, instrumentos de control y monitoreo, pequeños aparatos de uso médico, etc
- Pequeños equipos de tecnología informática y de comunicación: teléfonos celulares, GPS, calculadoras de bolsillo, routers, computadoras personales, impresoras, teléfonos, etc.
Clasificación, desensamblado y descontaminación
Luego de la recolección, los RAEE llegan a las plantas de tratamiento. Al ingresar a la planta se registran, se pesan y se separan o clasifican según su categoría, para luego ser evaluados y desmontados en una línea específica para cada una de ellas. Una primera tarea consiste en revisar los aparatos, o sus componentes, y sus fallas para determinar si son factibles de reparación o reutilización. En ese caso, serán reparados, o sus componentes utilizados como repuestos en el armado de un nuevo AEE. Para realizar esta tarea, dependiendo del tipo de RAEE con el que se trabaje, pueden requerirse algunos conocimientos de informática, de refrigeración, de electricidad, etc.
Los aparatos o componentes que no puedan reutilizarse se desensamblan o desmontan para ingresar a un proceso de recuperación de materiales o reciclaje. En cada línea o mesa de desmontaje, se deberá contar con las herramientas específicas para poder realizar la tarea y separar las carcasas (metálicas o plásticas), plaquetas electrónicas, cables, pilas y baterías, y otros componentes. También en esta etapa, se retiran los componentes que pueden ser peligrosos, en un proceso que se denomina “descontaminación”. Este último, es un paso fundamental para garantizar que no haya daños al ambiente o la salud de las personas. En el caso de aparatos de refrigeración (heladeras, aires acondicionados), por ejemplo, se deberán recolectar los aceites y gases. En el caso de los monitores con tubos de rayos catódicos (TRC), se deberá separar los tubos de vidrio. Estas sustancias y componentes peligrosos deberán tratarse posteriormente, o enviarse a disposición final como residuos peligrosos. Finalmente, se retiran y desechan los componentes no deseados o que no justifican su puesta en el mercado. Estos residuos se disponen en rellenos sanitarios o basurales, según el caso.
GALERÍA DE FOTOS
¿Qué se puede recuperar de los RAEE?
· Metales ferrosos y no ferrosos: chatarra de hierro, aluminio y cobre.
· Plásticos
· Vidrios
· Plaquetas o circuitos impresos.