Residuos Sólidos Urbanos - RSU

Los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) son aquellos desechos generados en la comunidad urbana, provenientes de los procesos de consumo y desarrollo de las actividades humanas. Además de los producidos por los usos residenciales, comerciales e institucionales, y por el aseo del espacio público, los RSU incluyen los residuos originados en las industrias y establecimientos de salud, siempre que no tengan características tóxicas ni peligrosas, en cuyo caso constituyen residuos de otro tipo, que deben ser manejadas según lo establecen las normativas específicas.

Composición de los residuos sólidos urbanos

 

Los residuos sólidos urbanos están compuestos de los siguientes materiales:

  • Vidrio: Son los envases de cristal, frascos, botellas, etc.
  • Papel y cartón: Periódicos, revistas, embalajes de cartón, envases de papel, cartón, etc.
  • Restos orgánicos: Son los restos de comida, de jardinería, etc. En peso son la fracción mayoritaria en el conjunto de los residuos urbanos.
  • Plásticos: En forma de envases y elementos de otra naturaleza.
  • Textiles: Ropas y vestidos y elementos decorativos del hogar.
  • Metales: Son latas, restos de herramientas, utensilios de cocina, mobiliario etc.
  • Madera: En forma de muebles mayoritariamente.
  • Escombros: Procedentes de pequeñas obras o reparaciones domésticas

Principales corrientes de los Residuos Sólidos Urbanos

Si bien no existen patrones precisos, en Argentina podemos identificar las siguientes corrientes dentro de los residuos sólidos urbanos:

  • Residuos domiciliarios de recolección general: son los residuos provenientes de circuitos de recolección domiciliaria, que no cuentan con un proceso de preclasificación en el domicilio.
  • Residuos domiciliarios de recolección diferenciada de secos: son los residuos provenientes de circuitos de recolección domiciliaria, que cuentan con un proceso de preclasificación en el domicilio, y se componen mayoritariamente de fracciones no putrescibles.
  • Residuos domiciliarios de recolección diferenciada de húmedos: son los residuos provenientes de circuitos de recolección domiciliaria, que cuentan con un proceso de preclasificación en el domicilio, y se componen mayoritariamente de fracciones putrescibles.
  • Residuos provenientes de puntos de entrega selectiva: son residuos, habitualmente compuestos por una única fracción principal (plásticos, vidrios, cartones, RAEEs, textiles, etc.) provenientes de puntos de entrega o circuitos de recolección donde los vecinos entregan esos materiales preclasificados.
  • Residuos verdes y de poda: son los residuos provenientes de circuitos de recolección diferenciada de restos verdes domiciliarios (por ejemplo residuos de patios).
  • Residuos de construcción y demolición (RCD): Son los residuos provenientes de demolición de construcciones existentes, o construcción de nuevas unidades. En ocasiones estos residuos son gestionados a través de empresas de recolección especializada, que se encargan de la valorización y disposición final de los mismos, mientras que en otros casos, la recolección, valorización y/o disposición final de los mismos es realizada por los municipios.
  • Residuos de medianos y grandes generadores comerciales e industriales: Son residuos asimilables a domiciliarios (quedan excluidos los residuos especiales o peligrosos), putrescibles o no putrescibles, que por ser generados por empresas medianas o grandes, tienen circuitos de recolección específicos. En ocasiones estos residuos son gestionados a través de empresas de recolección especializada, que se encargan de la valorización y disposición final de los mismos, mientras que en otros casos, la recolección, valorización y/o disposición final de los mismos es realizada por los municipios.

Principales fracciones valorizables que componen las corrientes de los RSU

Residuos domiciliarios de recolección general:

  • PET (puede ser dividido en fracciones cristal, verde y color)
  • PEAD (puede ser dividido en fracciones blanco y color)
  • PEBD
  • PP
  • Otros plásticos (generalmente conocido como “bazar”, plásticos mezclados, o #3-7)
  • Metales ferrosos
  • Metales no ferrosos (aluminio, cobre, otros)
  • Vidrio (puede ser dividido en fracciones blanco, verde y marron/ambar)
  • Papel blanco
  • Papel de diario
  • Papel mezcla o ilustración
  • Cartón
  • Multilaminados (Tetrabrik)
  • Residuos putrescibles (generalmente conocidos como “húmedos” u “orgánicos”)




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Historia y división conceptual de los procesos de clasificación / tratamiento de los RSU

Históricamente, los primeros procesos de clasificación de RSU se realizaron a través de la extracción manual de componentes reciclables directamente desde las pilas de residuos en los sitios de disposición final.

Los problemas asociados a este modo de clasificación resultan evidentes:

  • Condiciones de trabajo insalubres, con recuperadores trabajando en medio de pilas de residuos, con contacto directo con vectores, materiales peligrosos, etc.
  • Bajo rendimiento en términos de kilogramos/hora recuperados por cada persona
  • Limitado acceso para la inspección de la totalidad de los residuos (los residuos que se encuentran en la zona central de la pila no pueden ser inspeccionados adecuadamente)

En procesos realizados en el frente de rellenos sanitarios o vertederos, riesgo de accidentes (incluso mortales) por interacción de maquinaria pesada y recuperadores.

Otro modo primitivo de clasificación de reciclables fue mediante la inspección durante procesos formales e informales de recolección de residuos. Este proceso, además del bajo rendimiento en términos de kg/hora recuperados por cada persona, y la limitada cantidad de fracciones recuperadas (solo aquellas de mayor valor de mercado), presentó el problema de la interferencia entre los sistemas informales y formales de recolección de residuos.

Ambos procesos, que en nuestro país se masificaron durante la crisis socioeconómica de finales del siglo pasado, se realizaban de forma completamente manual, sin ningún tipo de mecanización. Variantes a estos sistemas, tales como la clasificación de residuos sobre mesas estáticas que se aplicaron subsecuentemente en países de bajo desarrollo, prácticamente no aportan solución a los problemas detallados, por lo que no merecen análisis adicionales.

La segunda generación de procesos de clasificación involucró la implementación de sistemas de transporte mecanizados para realizar la clasificación de materiales reciclables. En general, estos sistemas consistían en una secuencia de cintas transportadoras (en diferentes variantes de configuración), que permitían una alimentación ordenada de los residuos recibidos, el transporte en condiciones adecuadas frente a los operarios responsables de la clasificación manual, y la descarga de los materiales no clasificados hacia los medios de transporte a disposición final.

La tercera generación de procesos de clasificación incorporó sistemas de clasificación mecanizada, tales como los procesos de cribado mediante zarandas (trommels, zarandas de discos, etc.), los procesos de separación magnética o por corrientes parásitas, o los procesos de separación de materiales livianos mediante corrientes de aire. Estos sistemas permitieron incrementar las capacidades de clasificación de las plantas.

Una cuarta generación de procesos de clasificación vino definida a partir del desarrollo de separadores automatizados, que integraban un módulo de sensado (utilizando visión artificial, sensores ópticos, de infrarrojo cercano, de rayos X, etc.) y un módulo de eyección de los materiales identificados por el sistema de sensado, permitiendo una separación de alta eficiencia de fracciones específicas de los residuos, incluso con precisión superior a la de la separación manual.

Finalmente, la quinta generación de procesos de clasificación implementa tecnologías combinadas de robótica, visión e inteligencia artificial, para el desarrollo de procesos de clasificación de múltiples fracciones de menor porcentaje, y de control de calidad de los procesos de clasificación automatizados desarrollados en la generación previa.

En paralelo a la evolución de los procesos de clasificación, hubo un desarrollo de otros procesos de tratamiento, tales como el acondicionamiento para transporte de los materiales recuperados (desarrollo de prensas enfardadoras de mayor capacidad y automatización, o trituradores de mayor performance para el combustible sólido recuperado), o la preparación del material de rechazo para su disposición final (por ejemplo mediante el desarrollo de sistemas de enfardado de alta densidad para producción de fardos para rellenos sanitarios enfardados – balefills)

PLANTAS DE TRANSFERENCIA, CLASIFICACION Y TRATAMIENTO

Plantas de transferencia

Las plantas de transferencia son instalaciones destinadas a recibir los residuos transportados por vehículos de corto alcance (camiones recolectores urbanos) hacia vehículos de mayor porte y eficiencia de transporte (semirremolques de transferencia), usualmente para su traslado a los sitios de disposición final.

Plantas de clasificación básicas

Las plantas de clasificación más básicas consisten en un transportador de recepción (de banda textil o de placas metálicas), un transportador de clasificación y un transportador de salida del material no clasificado. En paralelo a esta línea, se colocan enfardadoras (generalmente verticales) para el material reciclado.

Dependiendo de la capacidad requerida, las cintas de clasificación pueden ubicarse a nivel de piso o en una plataforma elevada. La ventaja de ubicarlas sobre plataformas elevadas es que el movimiento de los materiales reciclados se produce de manera más independiente y sin interferencias por la ubicación de las cintas transportadoras. El acopio intermedio de los materiales reciclados (desde el punto de clasificación hasta el enfardado o acopio a granel) puede realizarse en bolsones (big-bags) o en contenedores metálicos, que presentan la ventaja de un mejor aspecto y fuerzan a ordenar los procedimientos operativos para evitar grandes volúmenes de acopio intermedio (que aumentan el riesgo de incendios y accidentes).

En plantas de muy baja capacidad (menos de 5 toneladas diarias) la alimentación puede realizarse en forma manual, empujando los residuos desde la pila de descarga hasta la boca de carga de la cinta de alimentación (la cinta de alimentación se coloca en un foso, para que su boca de carga se ubique al ras del piso). En plantas de mayor capacidad, se utilizan cargadores frontales para alimentación, y en ese caso las cintas de recepción pueden ubicarse con boca a nivel de piso (lo que simplifica el trabajo del operador de la pala) o elevada (una configuración más limpia porque evita los fosos donde suelen acumularse residuos).

Las salidas de material no clasificado se derivan habitualmente a contenedores sin compactación. En ocasiones, cuanto estas líneas de clasificación básicas se combinan con estaciones de transferencia, la fracción de rechazo de la línea de clasificación (que procesa los residuos de mayor calidad o procedentes de recolección diferenciada) se deriva hasta la estación de transferencia (donde se descargan los residuos de menor calidad o procedentes de recolección general).

Plantas de clasificación intermedias

 En estas plantas, se agregan al equipamiento básico:

  • Desgarradores de bolsas (generalmente del tipo más básico)
  • Prensas enfardadoras de alta densidad para los residuos no clasificados
  • Cribas para separar el material fino de la fracción destinada a clasificación
  • Cintas para salida de alguna fracción específica (por ejemplo vidrios u orgánicos clasificados manualmente), que pueden ser complementadas con trituradores para esa fracción.
  • Grampas mecanizadas, o “pulpos” suspendidos de puentes grúa, para alimentar la línea sin necesidad de utilizar cargadores frontales
  • Prensas enfardadoras para envases metálicos
  • Molinos trituradores para plásticos y multilaminados
  • Chipeadoras o trituradoras para los residuos de poda
  • Guillotinas para reducción de volumen de neumáticos fuera de uso.

Plantas de clasificación avanzadas

Las plantas de clasificación avanzadas integran mayor cantidad de separadores mecánicos, con separadores automatizados, ópticos y robóticos. En general, estas plantas tienen capacidades de procesamiento medias a altas, por lo que integran:

  • Una etapa de preclasificación para abrir las bolsas y separar los componentes voluminosos o impropios.
  • Una etapa de separación (mediante cribado) en dos o tres grandes fracciones: materiales planos (2D), envases (3D), y en ocasiones finos, o materiales grandes, intermedios y finos.
  • Etapas de clasificación de fracciones definidas de materiales reciclables, sobre cada una de las fracciones separadas en el paso previo, donde se combinan procesos de separación mecánica, física, y automatizada.
  • Etapas de acondicionamiento (habitualmente enfardado) del material reciclable.
  • Salidas de material de rechazo (que pueden integrarse en una única salida, o en varias salidas).

Plantas de tratamiento mecánico biológico

Las plantas de tratamiento mecánico biológico consisten en:

  • Una etapa de tratamiento mecánico donde se separan la fracción fina (compuesta mayoritariamente de orgánicos), los residuos reciclables y la fracción de rechazo.
  • Una etapa de tratamiento biológico (usualmente bioestabilización aeróbica, aunque puede combinarse con una etapa intermedia de digestión anaeróbica) para la fracción fina.

Habitualmente, en la etapa de tratamiento biológico el material fino se mezcla con los residuos verdes y de poda triturados (que actúa como estructurante para la bioestabilización).

El primer proceso en estas plantas es la preclasificación y acondicionamiento, que se realiza

mediante alimentadores, abridores de bolsas, y cintas para separación de impropios (fibras largas, voluminosos, etc.), donde el material se prepara para que el proceso de separación de finos se realice con la mayor eficiencia posible.

Para la separación del material fino, es fundamental un cribado eficiente, que se realiza en trommels o zarandas de discos. Para esta aplicación, los trommels presentan la ventaja de que la acción de agitación que se produce en el régimen de “cascadeo” genera una separación más eficiente de los materiales finos, aun cuando en el ingreso al equipo estuvieran adheridos a materiales de mayor tamaño. A favor de las cribas de discos puede citarse su menor costo y tamaño (lo que reduce el costo de la obra civil requerida), y una menor degradación del material reciclable.

Una vez que el material fino fue separado, el material remanente (con un mayor porcentaje de material reciclables), se procesa en una línea similar a la de las plantas de clasificación de reciclables, que de acuerdo a la capacidad requerida y la disponibilidad de presupuesto, puede ser de tipo básico, intermedio o avanzado.

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